La “mano dura” de Massa, Macri y Scioli.

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Luciano Cornelli

El pasado 22 de marzo, en la ciudad de Rosario, fue ejecutado a golpes por unas cincuenta personas el joven David Moreira luego de ser acusado de un presunto robo de una cartera. El hecho fue levantado por la mayoría de los medios de comunicación y sirvió para volver a instalar como eje central de discusión el “problema de la inseguridad”. Merece una nota aparte analizar cómo las corporaciones mediáticas abordaron la noticia y como aprovecharon nuevamente para bombardear a la opinión pública con la exigencia del endurecimiento de las penas.

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